miércoles, 8 de octubre de 2008

De la selectividad del castigo... O de como nos hacemos los que la virgen nos habla...

Amigos:

Resulta que estoy leyendo la nota publicada en el Imparcial (http://www.elimparcial.com/EdicionEnLinea/Notas/Nacional/03102008/331672.aspx) en donde se dice que la Presidencia de la República tiene a bien aclarar al pueblo mexicano por qué detuvo al joven que increpó a Calderón en un evento público.

Todos quienes me conocen saben que soy institucional en extremo y que aunque no soy panista y no comulgo con esa ideología, siempre he respetado y exigido respeto a la figura presidencial, incluso criticando duramente al Congreso de la República y a la Presidenta de la Cámara de Diputados por su actuación en varias situaciones que todos conocemos, como la entrega del Informe Presidencial de Septiembre de 2007.

Sin embargo, por más institucional que soy, creo que me inclino más a la justicia. Este joven, que actuó mal desde mi punto de vista, está siendo investigado, fue detenido e incomunicado, y probablemente sea castigado por su mal actuar.

Mi pregunta es: ¿Y CUÁNDO DETENEMOS A ANDRÉS MANUEL LOPEZ OBRADOR??? Y A LA DIPUTADA ZAVALETA???

No es AMLO, acaso, quién inició y propagó el uso del grito de ESPURIO!!! a Calderón??? ¿No es muchísimo más reprobable la actuación de esta supuesta representante del pueblo al negarse rotundamente a recibir al Presidente de la República en el Congreso y retirarse abruptamente pues, en sus palabras: No podía ser cómplice de un acto con el que no estaba de acuerdo...? ¿No es acaso SU RESPONSABILIDAD como representante del pueblo acatar la normatividad y el respeto a las instituciones?

¿Es que acaso es más factible castigar a un joven que a un funcionario público o a un dizque "presidente legítimo"? ¿No es acaso mayor ofensa a la autoridad, declararse "presidente legítimo", por encima del que ha sido declarado legalmente Presidente?

¿No es obligación del Gobierno del Distrito Federal entregar a quien cometa dichas infracciones, como lo fue, según declara la Presidencia de la República del Estado Mayor Presidencial? ¿No está cometiendo entonces Marcelo Ebrard el delito de Asociación Delictuosa y se convierte en cómplice al permitir que el "presidente legítimo" convoque en el Zócalo a todos sus seguidores para gritar consignas a la Presidencia de la República?

¿No son entonces todos, quienes defienden y sostienen a AMLO económicamente, cómplices de dicho crimen?

La respuesta de la Presidencia de la República de "no presentar cargos" no puede entenderse de manera alguna como un gesto de buena voluntad, sino un gesto en extremo pólitico: No hagamos un mártir de quien ya obtuvo publicidad. Inteligente movida de Mouriño y / o Calderón, pero a mi punto de ver, llegó tarde.

¡Qué vergüenza que se juzgue de tal manera a un joven cuyas habilidades y logros de mente brillante debieran representar un orgullo para el país, que publicita las Olimpiadas y los Mundiales de futbol y deja de lado a quienes nos representan internacionalmente!

Andrés Gómez, cabe aclarar, se encontraba en la ceremonia de entrega del Premio Nacional de la Juventud, que él ganó, cuando cometió su delito.

domingo, 20 de abril de 2008

Mitad sombra, mitad luz... (I parte)

Se puede pensar, como se hace comúnmente, que las cosas de este tipo suceden en noches borrascosas o tenebrosas o sacadas de la típica película de terror. Nada mas alejado de la realidad. Es una cotidianeidad con la que quienes padecen el “desorden” viven.

Y esta noche esta muy a modo para que suceda. Si lo sabré yo que desde que nací he vivido constantemente este tipo de experiencias. No es que forzosamente tuviera que ser de noche para que pasara, pues en mas de una ocasión me sucede de día, pero de noche es mas impresionante, a veces hasta yo me asusto.

Hace algo de frío – maldita sea que no me traje el suéter - pienso sin darle mayor importancia y sigo caminando. Al cabo la panadería esta cerca, me digo y aprieto el paso.

Y de repente me golpea, así, de la nada – no otra vez… no ahora – y en efecto, ahí esta, en medio de la banqueta. Golpeando una barra de metal contra el suelo, sin producir ruido audible mas que para mi. Volteo a los lados a ver si alguien mas se estaba dando cuenta, con la esperanza de que no fuera uno de esos episodios sino un indigente mas que se ha perdido en sus pensamientos y sigue viviendo en la Tierra. Pero no, todos pasan de largo sin siquiera voltear ni por morbo. La esperanza es lo ultimo que muere y esa noche precisamente había fantaseado con estar tranquilo.

Justo en ese trance de pensamiento, de esos que duran décimas de segundo pero que parecen alargarse como horas, se levanta lo que debió haber sido un hombre algún día y me ve directo a los ojos. Siento la mirada como corriente eléctrica atravesando mi cuerpo y diciéndole a mi cerebro que esto no es normal y que si, en efecto, esta pasando otra vez, para su información. Supe que seria otra de esas noches y maldigo por lo bajo.

Mi mente trabajaba a mil por hora intentando clasificarlo: sería uno de los neutrales, que solo vagan? O sería uno de los que necesitan decirle a alguien por lo que están pasando?. Ciertamente no era uno de los malditos, porque aun conserva en su forma “física” las suficientes trazas humanas para ser catalogado como hombre.

Tratar de describirlo es casi imposible no por la capacidad de transmitir su aspecto con palabras, sino por lo inverosímil del resultado: Altura aproximada de 1.75, peso 55 o 60 kilos, piel de color parda y apariencia de papel viejo, arrugado, rastras de cabello de un color que había pasado del negro al marrón cenizo del polvo, enmarañado como nido de ratas, uñas largas, negras de mugre y manos resecas. Vestido con restos de ropa de color indefinido, en algún matiz de verde, cabeza grande, piernas sin forma, ojos desvariantes, mueca de agonía y angustia y boca como agujero en medio de la cabeza, sin apenas labios ni dientes.

A veces, aun en esas situaciones, me asombraba la capacidad de mi cerebro de comportarse en forma analítica, analizando, revisando, clasificando, enumerando datos y características en forma casi automática. No se si a los demás les pasa, pero cuando mi cerebro funciona de esa manera, lo escucho dentro de mi con voz casi robotizada en su proceso de análisis, describiendo cada una de las etapas por las que esta pasando. Esto casi me distrajo de lo que estaba viendo mi ser consiente.

Y entonces grita como niño desconsolado: on tan? On tan mis botes? – ah, digo para mi, otro que vaga – menos mal, no será tan malo el trance. E irremediablemente tuve que acercarme, no lo podía evitar porque estaba destinado a ser, a menos que quisiera que me siguiera por todos lados. – Que buscas – pregunto con toda la naturalidad que me es posible (que tanto buscas si ya estas muerto, pienso sin decirlo). El frío se hace mas intenso alrededor de nosotros, como un capullo de invierno que nos cubriese del resto de los mortales. – Que se te perdió? – remarco, esperando una respuesta que ya de antemano conocía.

- Todos mis botes, todos! – dice en tono lastimero el que afanosamente seguía rastreando los alrededores en busca de las posesiones hacia bastante tiempo perdidas – anoche los deje aquí, cuando me dormí… nomás quería pasar el frío – continuo en un murmullo casi inaudible, como para si. – Hace mucho frío, sabe? Nomás me dormí un ratito.

Lo deje continuar mientras repetía una y otra vez las mismas palabras. Es un efecto secundario de morirse y no darse cuenta. Se vive en el mismo lapso de tiempo de forma casi infinita, hasta que algo externo viene y lo cambia.

Al igual que otros en el mundo y al igual que otros a través de los siglos, soy un ser diferente, mitad en el mundo de los vivos y mitad en el mundo de los muertos. Puedo ver a quienes vagan y quienes vagan pueden verme. Interactuamos y nos comunicamos constantemente con quienes se encuentran atrapados por ignorancia, voluntad propia o en contra de ella en este mundo terrenal mientras su lugar se encuentra fuera del mismo.

A mi me gusta pensar que soy un trabajador social de los muertos, la gente piensa que estoy esquizofrénico o que soy un brujo. Por siglos nos quemaron en hogueras públicamente mientras a escondidas nos consultaban los pormenores de sus banales vidas. Por siglos nos temieron y nos reverenciaron en secreto y nos convirtieron en exiliados de la sociedad común.

Entonces llego el siglo XX con sus maravillas tecnológicas y adelantos científicos y descubrimientos médicos y nos olvidaron y nos tildaron de locos, dejándonos vivir entre ellos siempre y cuando no fuéramos notorios, mientras no los incomodáramos con nuestras actitudes raras que secretamente les fascinan.

- Intentaste buscar en otro lado? – pregunto sacando del monologo al “vagus” – intentaste seguir a la hormigas blancas? – le digo con voz firme, para que salga de su circulo de pensamiento, indicando una hilera de puntitos blancos que se mueven hacia la pared que se encuentra a mi izquierda. – A lo mejor ellas saben donde están, a lo mejor ellas se los llevaron -.

- Mmmmm, uste’ cree? – pregunta con inocencia – Estoy seguro, hombre - le digo – Síguelas hasta que te lleven al hormiguero -.

El vagus se encorva ligeramente para seguir los puntos de luz que en su infantil mente entiende como hormigas y que se que lo llevaran al lugar que le corresponde. Liberar. Acción de bondad, dicen.

Cuando desaparece sigo mi camino, intentando despejarme de todo el sentimiento que rodea a este tipo de encuentros. Mis niveles de empatia son demasiado altos, dice una amiga mía, por lo que me resulta estresante estar en contacto con las almas afligidas. Dice que con eso intento lavar mis culpas, las muchas que cargo. Yo me hago el desentendido aunque se que tiene razón. El destino es como una línea dorada que marca y registra todos los caminos, decisiones, acciones, pensamientos y sentimientos emanados de cada uno de los seres humanos. Y conozco perfectamente el mío.

Pero hoy, hoy quiero que sea diferente porque hoy tengo una cita, cita como las que hace mucho tiempo no he tenido, de esas de amor (me río por lo infantil y cursi que suena todo en mi cabeza) y necesito llegar a la panadería porque si me cierran me quedo con la cena a medias. Debí dejarme de cosas y comprar algo ya hecho o hacer algo mas sencillo. Esto me pasa por andar de sofisticado queriendo impresionarle con variedades internacionales de comida que conllevan horas de trabajo, como si tiempo fuera lo que me sobrara. Casi puedo escuchar a mi abuela diciéndome con tono serio y mirada burlona: “pa’ que tanto alboroto si las enchiladas con queso también saben buenas”. Muy sabia, la señora.

- Me queda perfectamente claro, viejita – digo bajito, bajito para que nadie se de cuenta de que voy hablando solo, no quiero empañar mas la noche, - nomás ayúdame a que me salga buena la cena, ya ves que es muy especial la ocasión -.

Entro a la panadería que afortunadamente se encuentra cerca de donde vivo, por lo que solo camino 10 minutos, compro lo que necesito mientras la dueña de la tienda me dice en tono simpático un poquito exagerado – viene todo ruborizado de la calle… es por el frío o porque tiene una cita? – y sonríe en esa manera especifica que conozco cuando la gente se quiere hacer la que sabe mas de lo que dice mientras no quiere que uno se de cuenta de que tanto sabe… - esteeee… yo creo que por el frío, ya ve que estamos a menos dos – le digo mientras siento que el rubor me sube mas por la cara y esta se vuelve del color de la mermelada de fresa del relleno de mis panes. – Con permiso, buenas noches – digo mientras pago apresuradamente y casi corro para salir de ahí, dándome cuenta al abrir la puerta del calor tan confortable que hay dentro del local.

Salgo a la calle y camino de regreso a casa con paso mas tranquilo, pues ya llevo lo que necesito. Me pregunto si la felicidad se puede notar a través de la piel como lo hace la preocupación o el enojo. Yo creo que si, porque me da la impresión de que todos con quienes me cruzo se dan cuenta de los sentimientos que me embargan como si los mismos salieran por los poros y gritaran al exterior: “Soy el hombre mas feliz del mundo”. Cursi. Resuena de nuevo en la cabeza. Cursi y exagerado. No te me emociones porque luego te hieren y te culpas y empieza todo de nuevo. Círculo vicioso del que no sales bien librado.

Niego con la cabeza y me repito que esta vez, las cosas con la cabeza fría y pies de plomo. Como debe ser.

Casi llego a la casa, y digo casi porque en ese momento lo siento de nuevo. Dos en un día es demasiado, y empieza otra vez... en el estómago, en la boca del estómago. Es LA sensación, ya he aprendido a identificarla. Es como un golpe muy fuerte en ese punto justo debajo del final del esternón. Pero no un golpe cualquiera, es un golpe continuado, como golpe - presión. Si. Como un peso en ese punto casi muerto.

Y luego el sabor. Amargo. Sube como serpiente por el esófago y sé que después vendrá la explosión de amargura en la boca.


Mis ojos desenfocan y enfocan reiteradamente como si estuviesen en una montaña rusa. Enfocado. Desenfocado. Enfocado. Y me causan vértigo. Hasta el punto en el que el mundo se ve gris y negro, no oigo nada porque un zumbido agudísimo se apropió de mis oídos.


Y el mundo se vuelve túnel, un túnel oscuro y estrecho que remata en un pequeño punto de mi vista. "Al frente". Aunque en éste momento no se donde es arriba o abajo, sé que ahí, justo en el punto claro, es al frente.

Y después, las rodillas que se mueven con voluntad propia, como contrayéndose y relajándose para no dejarme caer en medio de un terremoto imaginario y por tanto, inexistente. Pero provocando justamente el efecto contrario. Desequilibrio.


Antes de que el corazón reviente como caballo sobrecorrido, me digo: tranquilo, no te preocupes, es sólo pánico, intentando tranquilizarme en vano aunque ya se que no es solo pánico, que esta vez es uno de los malditos y que esta vez las cosas no serán como hace media hora.

Alrededor las luces de la calle parecen apagarse lentamente pero como negándose a ello, como si un tipo de aire mas oscuro y mas denso se interpusiera entre ellas y yo haciéndome verlas mas disminuidas en su intensidad. Como a través de cristal polarizado. Busco el origen de la subrealidad que veo.

Y ahí esta. Parada. En medio del callejón sin pavimentar que funciona como calle privada de acceso a donde vivo. Y es negra, negrura profunda y densa. Levanta un brazo y con voz como compuesta de los sonidos de retorcer de metales y chirriar de dientes, espeta: - Quien eres tú para deshacer lo que yo he concebido? - al tiempo que vomita las palabras (no hay otra manera de decirlo) siento como el aire a mi alrededor vibra con la onda sonora producida por ellas, uno de los malditos con forma levemente de mujer, como envuelta en bolsas negras plásticas, que se enredan con voluntad propia alrededor del flacucho cuerpo y por lo tanto, se mueven por sí solas, recorriendo la piel descascarada y putrefacta que a tramos dejan ver. La cara es lo mas impresionante, o mejor dicho la parte del cuerpo donde se supone debe ir la cara. Es una mascara desfigurada de muerte, carne corroída y seca con los dientes como de animal salvaje, puntiagudos y sangrantes, expuestos por la falta evidente de labios. Nunca tienen labios, nunca pueden tener la boca cerrada.

- Te acabo de hacer una pregunta, hibrido – grita mientras siento que la sangre me hierve en las venas, sacándome del estupor temporal en el que la sola vista del maldito me metió. Hibrido. El adjetivo que los malditos nos adjudican a todos aquellos que podemos verlos. El insulto me llega al cerebro provocando la chispa que me hace reaccionar.

- Yo no soy hibrido. Nací de mortales y soy mortal – contesto y se me olvida que estoy en medio de la calle, a la vista de los transeúntes que a estas alturas deben estar viéndome como se le ve a un loco que habla solo, pues ellos no pueden ver lo que veo – hago únicamente lo que se me es permitido hacer, no recibo ordenes de malditos – continuo mientras siento que quien contesta no es mi yo consiente, sino algo mas dentro de mi. Esas palabras no son mías y sin embargo son justo las que necesitaba. Misterios de mi realidad. Ya ni me preocupo de querer conocer las razones de todo. Son y así están bien.

- Estas a la orilla del precipicio hibrido… y cuando caigas te voy a estar esperando – al tiempo que dice esto, mis manos empiezan a hormiguear, sobre todo la derecha, así que ya se lo que debo hacer. Solo la levanto y murmuro uno de los encantamientos que conozco de memoria, estirando los dedos como señalándola: ssihire mah’ na teh ehruu. Pronuncio lentamente cada letra que conforma el conjuro. Lo he hecho cientos de veces y cada vez es igual, es sentir cada letra dentro de uno y pronunciarla con el mayor odio posible. Odio para enfrentar odio. Así funcionamos nosotros. La bondad esta fuera de nuestras batallas diarias y reservada para los humanos, nada mas.

Con un sonido parecido al de la tela que se rompe, el maldito desaparece en medio de contorsiones de dolor. Mejor. Entre mas les duela, mejor. Siento que el cansancio me cae encima como balde de plomo liquido, sintiéndome pesado y torpe. Los malditos me agotan física y mentalmente, por eso trato de no confrontarlos. Camino lo mas aprisa posible para salir de la calle y las miradas curiosas y entro rápidamente a la casa, para tirarme en el sillón de la entrada. Cuantas veces me ha visto en este mismo estado el sillón en el que me desplomo? Creo que ya no puede ni contarlas, de tantas que han sido.

Veo el reloj en la pared de enfrente y maldigo de nuevo, porque ya es tarde y mi cita no tarda en llegar. Todavía me falta terminar la cena y darme un regaderazo rápido para estar listo y recibirle como si nada pasara, como nuevo pues. Termino la cena lo mas pronto que me es humanamente posible para poner el pan con mantequilla en el horno a baja temperatura, para que me de tiempo.

La cena huele bien, espero que el pollo no le desagrade. Se me olvido preguntar… y si le dan alergia las cebollas o el ajo? Le gustará la crema de espárragos? Ni idea y ni tiempo de hacer algo mas, porque el tiempo apremia y mi necesidad de limpiarme exteriormente de la suciedad invisible crece con los minutos. Ya casi es hora y ni siquiera planché la camisa que quería usar. Tendré que escoger otra, es lo de menos.

Muevo las manos como en cámara lenta para abrir la llave del agua caliente de la regadera. El agua fría no me gusta y nunca me ha gustado (dice mi mamá que desde que nací me desagrada) será porque el shock físico del agua fría en la piel me hace recordar cosas pasadas de tiempos pasados que me aterran y de las que no tengo necesidad de revivir, dado que las tengo siempre en la mente. El agua corre con bastante presión y a punto de hervir, justo como me gusta.

Me desvisto con la rapidez que mis brazos como de plomo me permiten, para descubrir con cierto disgusto pero sin sorpresa que tengo marcas de arañazos por toda la piel, producto de mi encuentro con el maldito. Me reconforta el pensamiento de que no espero tener sexo con mi cita, al menos no tan pronto, por lo que posiblemente me recupere de las heridas antes de que eso suceda. No quiero que se me asuste y piense que me gustan los juegos rudos o que soy un pervertido. Me sonrío. Bueno, a lo mejor pervertido si soy, pero solo un poco. Jeje. Lo necesario.

El agua caliente que corre por la piel me escalda las heridas y hace que las sienta en toda su intensidad. Aun no entiendo como sucede, pues nunca me doy cuenta de cuando pasa. A lo mejor entro en trance o a lo mejor son heridas de la agonía que provoco. Pienso que a veces Dios tiene un sentido del humor algo retorcido y nos permite sentir lo que provocamos para seguir siendo justos. Puede ser.

Ya no hay jabón de barra, dejara yo de ser obsesivo, así que me sigo sintiendo incomodo aun cuando acabo de salir de la regadera. Me seco perfectamente y camino a la recamara con la toalla anudada a la cintura (si, ahí donde debería ir la cintura, mamá). O me apuro o me encuentra a medio vestir y va a pensar que ese era el plan y no quiero que se me asuste antes de tiempo.

Me estoy acordando de cómo me anime a invitarle a cenar, mis pasos descuadrados, el temblor de mis manos y en la voz, mas evidente, cuando dando muchos rodeos (demás, diría la gorda), le pregunte casualmente: - tienes planes para hoy en la noche? – y mi sorpresa cuando me dijo – no, por que? Me quieres invitar a cenar? – debo haberme visto ridículo en extremo con los ojos como burbujas y la quijada caída porque inmediatamente sonrió y me la cerro con los dedos índice y medio de la mano derecha – porque asumo que sabes cocinar, verdad? -. Pues heme aquí, cuatro horas y dos encuentros después, revolviendo la crema de espárragos para que no se espese y sacando del horno los panes con mantequilla como si mi mayor preocupación en la vida fuesen precisamente los detalles de la cocina y no andar recorriendo la ciudad para liberar almas a medios chiles entre el aquí y el allá.

sábado, 19 de abril de 2008

Nogales, de negro...

Ay Nogalitos, como te me hundes en el luto, como vives con tanta tragedia?

Ay Nogalitos, como es que no has reaccionado y te liberas, si ya sabes como y cuando y con que?

Ay Nogalitos, como es que sufres silente si el silencio es lo que te esta matando?

Ay, Nogalitos, como es que te callas cuando debes gritar que ya es suficiente?

Ay, Nogalitos, como es que cada dia te pruebas a ti mismo en la sumision, cuando lo que se espera de ti es que te levantes y andes?

Ay, Nogalitos, como es que no te ves, cuando siempre estas despierto?

Ay Nogalitos, como es que esperas que se te reconozca la abnegacion cuando no es mas que cobardia enmascarada?

Ay Nogalitos, como es que siempre y a cada momento te niegas la realidad en la que vives inmerso?

jueves, 3 de abril de 2008

Me publicaron!

A laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, ya me publicarooooon!

La Revista Garganta, de proxima circulacion en Hermosillo, ha publicado uno de mis articulos sobre Hillary Clinton.

A laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Voy a volver a escribir para ellos!

jueves, 21 de febrero de 2008

EL SEÑOR ES MI PASTOR
NADA ME FALTARA.
EN LUGARES DE DELICADOS PASTOS ME HARA DESCANSAR
JUNTO A AGUAS DE REPOSO ME PASTOREARA
CONFORTARA MI ALMA
ME GUIARA POR SENDAS DE JUSTICIA POR AMOR DE SU NOMBRE
AUNQUE ANDE EN VALLE DE SOMBRA DE MUERTE,
NO TEMERE MAL ALGUNO,
PORQUE TU ESTARAS CONMIGO.

Salmo 23:1-4
No dudo de Tí ni del plan perfecto que tienes para cada uno de nosotros, pero es solo que a veces es tan difícil aceptar cada paso como propio cuando se nos es mostrado.
Estas últimas pruebas las he pasado apenitas, casi rozando la raya. Dame un break, no?

miércoles, 6 de febrero de 2008

Pasaste la noche en vela...

Pasaste la noche en vela, cuidando de mi.

Y al amanecer me dijiste que habias dormido bien. Que no habia estado excesivamente inquieto.

Y me he quedado preocupado por tu falta de descanso. Es verdad que el sueño repara y es verdad que es necesario, pero te has mantenido en vela, toda la noche, cuidando de mi.

Y vi tus ojeras negras cuando te ibas y he notado tu cansancio.

No es por eso que te quiera, te quiero por otras cosas. Pero si puedo asegurar que con eso, con eso te quiero mas.

Prometo tratar de dormir. Prometo tratar de dejarte descansar y prometo prometerte y prometerme como siete años atras.

viernes, 25 de enero de 2008

Hoy es un día de esos...

Hoy es un día de esos en los que sientes que no deberías haberte levantado de la cama. Me siento mal. Mucho.

Tengo gripe de esas feas, me duelen los huesitos (a já), la cabeza y hasta sinusitis traigo.

Lo siento, pertenezco a la generación del '80, así que estoy defectuoso de fábrica. Como la mayoría de mis amigos.

Quiereme, apapachame, abrazame... ando necio.

miércoles, 23 de enero de 2008

No te confundas, te echo de menos...

No, no te me confudas, que no me gusta la gente confusa o confundida (que son diferentes...).

Te echo de menos...

Por que no conformarme con decir: te extraño?

Porque como te he explicado, se extraña en este invierno frío el calor del verano... se extrañan las vacaciones y el tiempo de ocio cuando se esta laborando, en fin, se extraña al conocido cuando no se le ha visto.

Pero de ti, en tu caso, te echo de menos... porque se echa de menos al agua cuando se tiene sed, no se le extraña... se le echa de menos al tiempo perdido cuando nos queda poco... me acuerdo de tí y se me llenan los ojos de ayer y siento como me haces falta, ya, ahora, en este instante...

Así es mi necesidad de tí... por eso te echo de menos... dueles de no tener.

Ay, Clarita...

lunes, 14 de enero de 2008

No te preocupes, es sólo pánico...

Empieza otra vez... en el estómago, en la boca del estómago. Es LA sensación, ya he aprendido a identificarla. Es como un golpe muy fuerte en ese punto justo debajo del final del esternón. Pero no un golpe cualquiera, es un golpe continuado, como golpe - presión. Si. Como un peso en ese punto casi muerto.

Y luego el sabor. Amargo. Sube como serpiente por el esófago y sé que después vendrá la explosión de amargura en la boca.

Mis ojos desenfocan y enfocan reiteradamente como si estuviesen en una montaña rusa. Enfocado. Desenfocado. Enfocado. Y me causan vértigo. Hasta el punto en el que el mundo se ve gris y negro, no oigo nada porque un zumbido agudísimo se apropió de mis oídos.

Y el mundo se vuelve túnel, un túnel oscuro y estrecho que remata en un pequeño punto de mi vista. "Al frente". Aunque en éste momento no se donde es arriba o abajo, sé que ahí, justo en el punto claro, es al frente.

Y después, las rodillas que se mueven con voluntad propia, como contrayéndose y relajándose para no dejarme caer en medio de un terremoto imaginario y por tanto, inexistente. Pero provocando justamente el efecto contrario. Desequilibrio.

Y antes de que el corazón reviente como caballo sobrecorrido, me digo: tranquilo, no te preocupes, es sólo pánico.

Nota rápida

Desgraciadamente también tengo una vida y ésta no gira alrededor de las necesidades de mis amigos. FYI.

viernes, 11 de enero de 2008

Siendo las 11 con 11

No valoras que ya tengo un comment! jejejejejeje... (Lic. Romero copyright).

He estado pensando en la utilidad de la herramienta cibernética de expresión y me he dado cuenta que en este espacio, blogger o bloggspot, solo habemos 206 bloggistas de Nogales, Sonora.

Si vemos en metroflog... la cantidad es significativamente mas alta... y pienso... será por la incapacidad de plasmar en texto las ideas? o simple y sencillamente a la gente le vale cacahuates (sin ofensas partidistas pretendidas) dejar una huella, legado, idea...

Cuantas veces nos da flojera escribir y sin embargo, sigue siendo la escritura el método mas confiable y duradero de expresarse.

Y surge el nombre de la presente reflexion, precisamente de las reflexiones sin sentido que tiene uno cuando se encuentra en el tiempo muerto entre el desayuno y los problemas matutinos y la comida con el supuesto remanso de tranquilidad (que hasta la fecha no conozco en persona... por ahí dicen que existe). Esa maravillosa etapa en la que a uno le da por "pensar en la inmortalidad del cangrejo".

Abundaré sobre el tema después. El trabajo ya me llama.

Nos vemos!

jueves, 10 de enero de 2008

El principio

Inicio como todos, claro, por el principio. Por fin me rindo a la ola y he decidido empezar a publicar en blog lo que antes era comúnmente charla de café (del Sanborn's o del Vip's) según fuese el caso.

No pretendo dar lecciones de moral, buenas costumbres, regionalismos, estilos y ahora que lo pienso, en general no pretendo dar lecciones de nada.

Las lecciones a la escuela o a la casa, quienes tienen la dicha de tener padres normales. Esta es mi pared, para comunicar lo que se me venga en gana. Dado que jamás me atrevería a pintarrajear una pared de verdad, pues sirva esta virtual.

Bienvenidos comentarios, críticas, enojos, descargas emocionales y todo eso que hace uno cuando se siente mal o cuando se enfrenta a lo desconocido o ajeno (la raíz del miedo).

Me reservo el derecho de publicarlo si se me da mi regalada gana. Total. Es mi blog, no?