jueves, 1 de octubre de 2009

¿Y ahora… quién pagará los impuestos?

Resulta ser que nuestro maravilloso y eficiente gobierno federal, sí ése, el del Presidente Calderón, acaba de lanzar su propuesta de “paquete fiscal” que de paquete no tiene nada y de fiscal menos, para que sea aprobado por nuestros flamantes y recién electos diputados federales allá en la Ciudad de México, con la finalidad de sacar al país del hoyo que no existe provocado por la crisis que no tenemos, si nos remitimos a los comentarios del pesado hacendario Carstens en Pittsburg, de la semana pasada, o si a esas vamos, lo mismo que nos ha dicho desde que empezó esta crisis inexistente que se rehúsa a dejar mis tarjetas de crédito en paz, la muy ladina, a pesar de su incorporeidad.

Y para gusto de unos, cejas levantadas de otros y pensamientos cavilosos de unos muy pocos, los partidos de la ni tan opuesta oposición ya empezaron a amenazar con no aprobar el mencionado y multicitado paquete, que antes era miscelánea, para proteger a los más desprotegidos.

La reacción del otro pesado funcionario, ahora Gómez Mont, no se hizo esperar e inmediatamente nos ha inundado con comerciales (sí, he dicho comerciales, porque pretenden vendernos algo que no necesitamos ni queremos, justo como las bebidas de Cola) en radio y televisión que curiosamente llevan el mismo formato teletonero con el que Lucero nos hace llorar cada diciembre.

Hay que tener mucho cuidado en el análisis de los comerciales. No sé si soy un mal pensado o si nadie antes lo ha notado, pero a mí se me hace que ahí hay gato encerrado. Acaso nadie se ha dado cuenta que nos están adjudicando la titánica tarea de “aprobar” el paquete fiscal para evitarle el hambre a los niños pobres, porque así con todas sus letras lo dice: para que los niños pobres puedan comer e ir a la escuela. No lo estoy inventando ni lo dramatizo. Ahora resulta que es mi culpa si los pobres comen o no.

Y me pregunto: ¿Desde cuándo dejó de ser responsabilidad del gobierno y pasó a ser de los ciudadanos el bienestar de México? Que yo sepa, nunca firmé el pagaré donde endosaba con mi firma dicha responsabilidad, y me gustaría saber quién fue el malévolo canalla que lo hizo en nombre de los cincuenta y siete millones de mexicanos que no nos encontramos por debajo de la línea de pobreza pero no estamos ni cerca de alcanzar la de la riqueza.

Me gustaría saber por qué la responsabilidad de cumplir con las funciones básicas de la Presidencia está siendo desviada hacia los que como yo, pagan hipoteca y coche, con lo que queda demostrado que ni ricos ni pobres, sino esa cosa difusa y desconocida denominada clase media.

Porque no creo, sinceramente no creo, que Don Felipe Calderón idease un plan maquiavélico para acabar con la clase media, sería matar a la gallina de los huevos de oro. ¿Y por qué lo digo? Porque los ricos, ricos, esos de viajes a Europa y a Aspen, de abrigos de visón y coches alemanes tienen excelentísimos y eficientísimos contadores que de alguna extraña manera, mas retorcida que la de los abogados, conocen perfectamente todos y cada uno de los recovecos fiscales que existen, y los emplean con la finalidad de que las reformas no obliguen a la Señora Fulana de Tal a dejar de asistir al cafecito a Polanco por falta de liquidez, y los pobres pobres, esos que deben en teoría ser los beneficiados del famoso impuesto del 2% (que acumulado nos da como quince, alquímico proceso), esos no pagan impuestos porque sencillamente no tienen con qué. No compran, no comen y no se enferman, porque simple y llanamente no tienen con qué pagar.

Luego entonces, resulta que la clase media es la más indicada para encontrar la solución verdadera y perfecta a este problema de crisis económica en la que el país se encuentra completamente sumido a pesar de las encomiendas de nuestro gobierno federal (sean cuales sean las mentadas encomiendas), es decir, a retomar el papel de salvadora de los rumbos de la nación, como se le dio en llamar a dicha clase social durante los tiempos de la Independencia.

Nos encontramos de nuevo en la delicadísima posición de adivinar pensamientos e intenciones, de encontrar hilos negros, costumbre arraigadísima entre los mexicanos de todos los tiempos, para poder entender como a juicio de los que saben de economía global, resulta que con más impuestos la gente va a poder reactivar la economía que ya no ronronea, aúlla por lo bronquítico de la situación.

Solo me resta dejar a mis atentos lectores (dos), con una última reflexión: en nuestro querido México se consumen más bienes suntuosos que en cualquier otro país de América Latina, asimismo, según datos del tercer informe de gobierno, se espera recaudar la nada despreciable cantidad de 15.040,8 millones de pesos mediante los impuestos, los préstamos internacionales y el endeudamiento, de los cuales 3.868,5 millones se destinarán al gasto de la burocracia… vamos entrándole a ésta reforma desde otro ángulo.

sábado, 6 de junio de 2009

El Circo

Ayer asistí a una maravillosa función de Circo. Era un circo perfectamente bien organizado, en tonde todos los integrantes de la compañía sabían de antemano su acto y su coreografía, que estaba perfectamente cronometrada de principio a fin. Dos horas de espectáculo continuo, ininterrumpido, en rápidas sucesiones orquestadas maravillosamente por el organizador, el Cirquero.

Cirquero que ni es cirquero ni organiza, sino todo lo contrario. Me he dado cuenta que el famoso Cirquero era un payaso más del mar de payasos que conformaban el espectáculo y el público, y que un día, no sé bien por qué, pero se levantó y asumió el rol de Cirquero sin mayor instrucción ni preámbulo que el de haber sido siempre payaso.

Asumió, supongo, que por haber sido siempre parte del circo, podría muy bien comandarlo.

Error, Mi Señor Payaso, que los payasos, por mas educación y estilo, aun cuando se crean cirqueros de corazón, no dejarán nunca de ser simples payasos.

miércoles, 29 de abril de 2009

Los juegos que jugamos...

Estoy cansado de jugar los interminables e ineludibles juegos que jugamos los humanos; estoy terriblemente cansado de jugar a ser o jugar a estar por el deber ser o por el deber estar.

Me desgasta cada dia que pasa y yo debo ponerme una y otra vez la máscara social que he forjado a lo largo de estos años, porque así debe ser.

Somos gatos y ratones jugando a cazar y ser cazados en círculos interminables que se repiten una y otra vez.

Amo y soy amado y el ciclo es tan perpetuo que se vuelve, a la vez, delicado. El amor no se restringe a una, dos o tres personas, es enormemente vasto, con la vastedad que apabulla.

Por primera vez en toda mi corta existencia, no encontré la palabra perfecta y adecuada para describir mi sentir en este punto borrascoso de mi vida, y tuve miedo.

Y el miedo me llevó al pánico y en pánico, la gente no piensa.

Y luego, después de mil vueltas, encontré lo que andaba buscando y entonces entendí la sabiduría ancestral de que conociendo el nombre de las cosas, se adquiere poder y dominio sobre ellas.

Gracias, vida, gracias, por esta enseñanza.

domingo, 19 de abril de 2009

Renovado...

Empiezan los procesos catárticos que me hacen ser otra vez yo.

No hurt feelings, ok?

martes, 17 de marzo de 2009

Hoy...

Hoy me siento ausente, porque la ausencia es precisamente, la nada sin fondo.

Hoy, hoy me siento mareado y embriagado porque esta ruleta rusa que llamamos emociones me bambolea de un lado a otro.

Hoy me siento indefenso, porque la indefensión es estar a merced del océano sin rumbo ni timón.

Hoy, hoy me siento incompleto porque no encuentro en toda la bolsa de experiencias la parte exacta que me haga funcionar de manera coherente.

Hoy me siento débil y torpe y sin destino, sin saber de donde vengo y a donde voy, sin estar seguro de estar en donde estoy.

Hoy, hoy dos palabras me cambian el ánimo, me hacen reír o me hacen llorar, porque la susceptibilidad me atrapa y envuelve.

Hoy me siento en el punto de no retorno entre la locura y la cordura, porque la incipiente montaña de nieve que he forjado se desvanece con el calor de la insensatez.

Hoy, hoy siento que nada me ilumina y entiendo perfectamente la relación entre la depresión y el color azul.

Hoy me siento incapaz de hilar dos conversaciones de bajo perfil porque mi chip se encuentra procesando un dato que ocupa el 99.9 por ciento de mi capacidad.

Hoy, por primera vez hoy en mucho tiempo, me siento vivo...

domingo, 8 de marzo de 2009

Nos vale???

En el contexto de la sociedad actual, nos encontramos en la ambivalencia de dos mundos coexistentes dentro de un mismo círculo, pues por un lado, la sociedad se ha vuelto cada vez más consumista, incitando a que los coches en los garajes sean cada vez mas nuevos, mientras cientos de personas, sólo en esta ciudad, hacen del hambre una compañera en la cual envolver la realidad diaria.

Cientos de niños acuden a diario a la escuela con calambres en el estómago, producto de la falta de alimentos en sus casas, costumbre cada vez mas común entre las clases mas bajas de la fronteriza Nogales, mientras algunos pocos se quejan del embotellamiento diario que sufren al llevar a sus hijos al colegio que cuesta algunos miles de pesos al mes.

Diariamente miles de mujeres deben caminar en calles sin alumbrado público, por callejuelas que son una invitación a los vicios y los ladrones, para llevar algo mas de cuatrocientos pesos semanales a sus casas, dejando a sus hijos al cuidado de las guarderías de gobierno; miles de niños son criados en el ámbito de dichas guarderías, emblema de la moderna sociedad manufacturera.

Todos sabemos de algún caso en el que el embestir a un peatón, por lo general de las colonias e invasiones marginadas, resulta en el pago de una cierta cantidad de dinero a los familiares del ahora inválido, quienes por ignorancia o necesidad aceptan las dádivas para completar los magros ingresos de sus hogares. Eso es vender la individualidad, la dignidad.

Por otro lado, muchísimos alumnos de las variadas universidades de la ciudad se preocupan más por si sus atuendos van a combinar, que por el ambiente de hambre y marginación que los rodea.

Los ámbitos son variados, las escenas muchas; pero siempre es constante el hombre lobo del hombre, pasando a una variante moderna, el hombre ocupado en embellecer la imagen de sí, mientras se esconde en el ambiguo límite de la moral y la falsa piedad. Ignoramos constantemente que esta ambigüedad no es mas que un velo geométrico por sus lados cortantes y parejos, que evita que veamos la realidad invisible a nuestras mentes de “gente bien”.

La geografía pudiese ser diferente, pero el viaje sería el mismo; por un lado riqueza prodigada a manos llenas, por el otro, pobreza sin límites. Personas en carísimos trajes dedicados a las profesiones de más variados nombres, pero que en esencia no dejan de ser pillaje en despoblado. Despojos humanos envueltos en ropajes que parecen más harapos que otra cosa, luchando diariamente por sobrevivir en un mundo cada vez más feroz.

Nos toca a nosotros, los jóvenes preparados, reembolsarle a la sociedad algo de lo que hemos obtenido en estos años, algo de lo bueno que hemos recibido, destruyendo el blindaje que presupone el saber y hacerse de la vista gorda, de todas y cada una de las situaciones que el convivir cotidiano hace pasar por normales pero no dejan de ser un ultraje a la humanidad.

El eje de todas las acciones es la intención, o así al menos lo aprendimos algunos. No somos capaces de tener el coraje de enfrentar a un mundo que se protege a sí mismo de manera envolvente en alambres de púas, en medio de la emboscada diaria de salir al mundo a defender a los débiles, a los ignorantes, a los oprimidos.

Desechamos en automático cualquier idea que implique el dejar de tener las comodidades en que nos rodeamos. Consideramos hereje al que piensa diferente, sobre todo si este pensar diferente implica que todos somos iguales, porque así nos lo afirma diariamente la sociedad.

¿Cuántos pensamos en cambiar? ¿Cuántos vivimos el invento inverosímil de vida que nos crearon nuestros padres? ¿Cuántos, en fin, podemos convertir nuestras capacidades en armas que equilibren a las sociedades?

Nos encanta disfrutar de lo que tenemos o heredamos. Nos encanta saber que no todos somos iguales, porque habemos quienes somos mejores. Nos regodeamos en la desgracia y la pobreza ajena porque nos hace sentirnos diferentes y más grandes, mejores. Todos lo hemos pensado: ¿Qué haríamos en un mundo lleno de ricos? ¿Qué horrores se esconden tras la distribución equitativa de las riquezas?

Envidiamos al que mas tiene y nos envilecemos de soberbia frente al que no alcanza a llegarnos al nivel. Invalidamos todo aquello que nos sea ofensivo, que atente contra el diario embolsar de los miles de pesos… ¡que trabajen los pobres!, que yo ya estudié mucho y manejé muchos miles de pesos y viajé… mi equipaje vale más de lo que ganas en un año.

Lo homogéneo nos asusta, lo heterogéneo nos proporciona el marco perfecto para la obra que llamamos vida diaria. La avaricia se ha vuelto congénita y es apologético el dar limosna y la beneficencia.

A ver cuando, nos envalentonamos y dejamos atrás la vida de burgués moderno para empezar a vivir en serio, aunque sea un poco, en esta realidad invencible y constante y energética que se llama: la vida diaria.

viernes, 27 de febrero de 2009

Cuento Perverso

Este es el cuento perverso de aquella mente precoz, que niega la vejez y busca rejuvenecerse recreando los días del colegio.

Mirando hacia el cielo ciruelo, coñac en una copa y cigarro del otro lado, converso con mis recuerdos y me pregunto cuàndo fué que subí al camión de la vejez y pasé de chofer a pasajero.

Lejos quedaron las noches de frac, la ceja alzada y la guitarra andaluza, con la cortina de la noche a la espalda y el cine como medio para ser un mero espectador.

Del terso terciopelo, pasé a la dureza del zinc; caballo por camello, coche por camión y capaz por respeto.

Como avestruz, sólo me queda hundirme en el concreto y dejar que la vida siga, de falaz abolengo a común mediocridad.

domingo, 15 de febrero de 2009

Las nuevas cosas...



Le han dado a la vida otro sentido, muy diferente al que tenía y al que ha llegado a tener en su momento.

Muchas gracias por permitirse ser, porque al mismo tiempo, me permiten pensar que puedo seguir su ejemplo.

Encontré mi nuevo nicho con ustedes, acepté y fuí aceptado.

Así son las cosas.

miércoles, 4 de febrero de 2009

La sola explicacion...

Hoy te vi por primera vez tal cual eres, en tu justa medida, en tu justa dimension, y sabes que??? me has dado mas lastima que los niños de Bosnia, las madres de la Plaza de Mayo y los indigenas de Atenco. Porque te revise completito, de pies a cabeza, no como juez sino como testigo de tu ser, y te encontre tan increiblemente vacio, que corria el peligro grave y presente de hundirme contigo.

La limpieza de la casa, debe empezar por algun lado, ni modo... alea jacta est... te toco primero...